El Manifiesto Ágil - David L. Molina Ojeda

El Manifiesto Ágil

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El Manifiesto Ágil es un documento redactado en 2001 por 17 expertos en programación que supuso un cambio radical en la forma de desarrollar ‘software’. Frente a los modelos tradicionales —excesivamente rígidos y alejados de las necesidades de los clientes—, estos gurús propusieron cuatro valores que inspiran las diferentes metodologías ágiles que han surgido desde entonces. Aunque nació en el mundo del ‘software’, la filosofía que promueve este manifiesto es extensible al desarrollo de cualquier otro producto. BBVA la está aplicando, por ejemplo, en el ámbito de los servicios financieros.

Los firmantes del manifiesto coincidían en que los procedimientos y reglas establecidos para desarrollar ‘software’ en la segunda mitad del siglo XX ya no eran válidos para dar respuesta a unos usuarios, cuyas demandas eran cada vez más urgentes y frecuentes como consecuencia de la generalización del uso de los ordenadores personales y, más adelante, de los dispositivos móviles.

El 17 de febrero de 2001, los primeros agilistas se reunieron en la estación de esquí de Snowbird, en las montañas de Utah (EE. UU.), y acuñaron el término ‘Métodos Ágiles’ para definir los modelos de trabajo que estaban surgiendo como alternativa a las metodologías previas. Se creó entonces la Agile Alliance, una organización sin ánimo de lucro dedicada a promover el desarrollo ágil de ‘software’ y a apoyar a las organizaciones que quisieran adoptar esta nueva forma de trabajar. Para lograrlo, el primer paso que dieron fue redactar el Manifiesto Ágil, un documento que resume en cuatro valores y 12 principios la filosofía ‘agile’.

Valores del Manifiesto Ágil

Los valores definidos en el Manifiesto Ágil no se centran en prácticas, metodologías o procedimientos de trabajo, sino que abogan por un cambio de mentalidad, una nueva cultura organizativa basada en cuatro pilares:

  1. Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
  2. ‘Software’ funcionando sobre documentación exhaustiva.
  3. Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
  4. Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan.

Los 17 autores del manifiesto aclaran que, “aunque reconocen la importancia de los elementos de la derecha, valoran más los de la izquierda”.

Principios del Manifiesto Ágil

Estos cuatro valores se concretan en 12 principios, que definen el marco de trabajo de cualquier equipo ágil:

  1. Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de ‘software’ con valor.
  2. Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos ágiles aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente.
  3. Entregamos ‘software’ funcional frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, preferentemente en el periodo de tiempo más corto posible.
  4. Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajamos juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.
  5. Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.
  6. El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo, y entre los miembros del equipo, es la conversación cara a cara.
  7. El ‘software’ funcionando es la medida principal de progreso.
  8. Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.
  9. La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la agilidad.
  10. La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.
  11. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos autoorganizados.
  12. A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para a continuación ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.

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